miércoles, 7 de octubre de 2009

Un tizón arrebatado del incendio

Cerca de la medianoche del 9 de febrero de 1709 se declaró un incendio en la casa de los Wesley. Su padre y su madre, con ayuda de unacriada, lograron sacar a los niños por las ventanas hacia el jardín. Al pasar revista, cayeron en cuenta que faltaba un niño de los ocho. ¡Juan!Juan permanecía dormido en medio de la angustia general, porque nadie había pensado en él. El padre trató varias veces de penetrar denuev o en la casa, pero tuvo que desistir en presencia del voraz elemento. Arrodillándose entonces, encomendó a Dios el alma de supequeñuelo. Éste, mientras tanto, despertó y corrió a la ventana, donde no tardaron en percibirle. Como no había tiempo para buscar unaescalera, un hombre se subió sobre los hombros de otro, y sacó al niño momentos antes de que el techo se desplomara con estruendo.Juan Wesley no olvidó nunca esta salvación providencial. Años después, al pie de uno de sus retratos, hizo grabar una casa presa de lasllamas, con esta inscripción: «¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?»

Mateo Lelièvre, en Juan Wesley , su vida y obra

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