jueves, 30 de abril de 2009

TESTIMONIOS DEL PODER DE DIOS

El africano que se fumó el Nuevo Testamento.

Cierta vez se hallaba un misionero en una calle de una ciudad africana con un Nuevo Testamento en la mano. Un africano se le acercó y le preguntó si le podía dar aquel librito. El misionero estaba dispuesto a hacerlo, pero quiso saber por qué lo quería. “Porque sus páginas tienen la medida perfecta para armar cigarrillos” confesó el hombre. Impresionado por la honestidad del hombre, el misionero decidió plantearle un desafío: “Le daré el libro si me promete leer cada página antes de usarla para armar un cigarrillo.” El africano aceptó el reto y recibió el Nuevo Testamento. Quince años más tarde el misionero fue a unos cultos de evangelización donde iba a predicar un evangelista negro. Cuando el evangelista vio al misionero, se le acercó, y le preguntó: “¿No se acuerda usted de mí?”. “No”, respondió el misionero, “¿Nos hemos visto antes?”. “Sí, hace quince años usted me dio un Nuevo Testamento y me hizo prometer que leería cada una de sus páginas antes de usarlas para armar cigarrillos. Me llevó desde el evangelio de Mateo hasta Juan capítulo 13 antes de dejar de fumarme la Palabra y empezar a predicarla. Aquél Nuevo Testamento es la razón por la que estoy predicando aquí esta noche.”
(José L. Martínez, en 503 ilustraciones escogidas)

TESTIMONIOS DEL PODER DE DIOS

Una víctima de la guerra.
D espués de la batalla de Pittsburg Landing estaba yo en el hospital cuando me dijeron que un hombre en la enfermería deseaba verme. Fui a verle y me pidió que le ayudara a bien morir. Yo le dije: “Si pudiera, le tomaría a usted en mis brazos y le llevaría al reino de Dios, pero no puedo hacerlo. Yo no puedo ayudarlo a usted a bien morir.” El dijo: “¿Quién puede, entonces?” Contesté: “El Señor Jesucristo puede, Él vino para eso.” Movió la cabeza y dijo: “Él no me puede salvar; pues yo he pecado toda mi vida.” Yo dije: “Pero Él ha venido para salvar a los pecadores”. Luego oré dos o tres veces y repetí todas las promesas que pude; pues era evidente que sólo le quedaban pocas horas de vida. Le dije que leería la conversación que tuvo Cristo con un hombre ansioso por la salvación de su alma. Busqué Juan capítulo 3. Sus ojos estaban fijos en mí, y cuando llegué a los versículos 14 y 15 se fijó en las palabras: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Allí me detuvo y dijo: “¿Está eso ahí?” Repliqué: “Sí, señor”. Me pidió que lo leyese otra vez, y así lo hice. Apoyó sus codos en el catre, y juntando las manos, dijo: “Eso es bueno; ¿querrá usted leerlo otra vez? Lo leí por tercera vez, y después seguí leyendo el resto del capítulo. Cuando concluí, sus ojos estaban cerrados y su rostro se iluminaba con una sonrisa. ¡Qué cambio se había operado en él! Vi que sus labios se movían, e inclinándome sobre él, oí un débil murmullo mientras repetía el pasaje. Abrió luego los ojos y dijo: “Eso es bastante, no lea usted más.” Vivió algunas horas más, descansando su alma en esos dos versículos.”
(Contado por D.L. Moody en El camino hacia Dios)

CITAS ESCOGIDAS

“Esperen grandes cosas de Dios; intenten grandes cosas para Dios.”

Guillermo Carey

“Cualquier zarza sirve, siempre que Dios esté en la zarza.”

Ian Thomas

“Sólo la imperfección se queja de la imperfección. Nuestra capacidad para “sobrellevar” las debilidades de los otros, revela las nuestras.”

Jessie Penn-Lewis

“Hay tres modos de mirar: si quieres ser desgraciado, mira hacia adentro; si quieres ser perturbado, mira alrededor; pero si quiere tener paz mira hacia arriba.”

D.L. Moody

“Es algo infinitamente serio considerar que a menudo un paso en falso nos hace perder todo el beneficio de una larga vida de fe”

H. Rossier

“El tiempo en que Dios actúa es perfecto, aun cuando parezca estar desastrosamente atrasado.”

James Dobson

martes, 14 de abril de 2009

APUNTES SOBRE LA ORACIÓN


Del corazón


“Debes aprender a orar de tu propio corazón y no de tu cabeza. La mente de un hombre es tan limitada en su operación, que sólo puede enfocarse sobre un objeto a la vez, pero la oración que sale del corazón no puede ser interrumpida por la razón.”


Más fácil que respirar


“Necesitamos conocer cómo buscar a Dios, y esto es más fácil y más natural que respirar. Por medio de la oración podéis vivir en la presencia de Dios con tan poco esfuerzo, como vivís con el aire que ahora estáis respirando.”


La actitud correcta


“Derrama el deseo de tu corazón delante del Padre, y espera en silencio delante de Él. Siempre deja un tiempo en silencio al orar, no sea que el Padre celestial quiera revelarte su voluntad. Ven al Padre como un hijo indefenso, herido por diversas caídas, destituido de la fortaleza para permanecer en pie, o del poder para limpiarte a ti mismo.”


Sin repeticiones


“Nos os carguéis a vosotros mismos con repetición frecuente de formas ya hechas u oraciones estudiadas. Es mucho mejor ser totalmente conducido por el Espíritu Santo.”


Sequía


“No seas impaciente en tus momentos de sequía, espera con paciencia a Dios; al hacer esto, tu vida de oración aumentará y será renovada. En abandono y contentamiento aprende a esperar el regreso de tu Amado.”


Abandono


“Una fe grande produce un abandono grande. El abandono significa despojarse de todos los deseos o preocupaciones egoístas, con objeto de estar totalmente a su divina disposición. Debes entregar tanto las cosas externas como las internas. Olvídate de ti mismo; sólo piensa en Él. Al hacerlo, tu corazón permanecerá libre y en paz.”


El lactante


“Cuando un niño saca leche de su madre, comienza moviendo su pequeña boca y sus labios; pero una vez que su alimento comienza a fluir con abundancia, se queda quieto tragando sin ningún esfuerzo. Es así como nosotros debemos de actuar en el co-mienzo en nuestra oración. Mueve tus labios en alabanza y en sentimiento, pero tan pronto como la leche de la divina gracia fluya gratuitamente, en quietud, trágala. Cuando deje de fluir, aviva tu afecto otra vez, como el niño mueve sus labios. No lo estropees forzando la multiplicidad del yo en este acto maravilloso de gracia. ¿Quién podría creer que suavemente y sin esfuerzo podemos recibir nuestro alimento como un bebé recibe su leche? Sin embargo, cuanto más en paz se queda un niño, más alimento recibe. Incluso, quizá duerma mientras mama. Es así como tu espíritu debería estar en la oración, apacible, relajado y sin esfuerzo.”


Quietud


“Estar internamente ocupado con Dios, es totalmente incompatible con estar ocupado con un millar de trivialidades. Deberías repetir el proceso de estar internamente en quietud tan a menudo como te vengan distracciones.”


Indignidad


“Tened cuidado de no dejar que vuestra mente se detenga mucho en vuestra debilidad y en vuestro inmerecimiento. Estos sentimientos excesivos surgen de una raíz de orgullo, y de un amor a nuestra propia excelencia.


Devoción interior


“La decadencia de la santidad interna es incuestionablemente el origen de muchos pecados que han aparecido en el mundo. Todos estos desaparecerían si la devoción interior fuese restablecida. El pecado toma posesión del alma deficiente en fe y oración.”


Jóvenes


“Enseñad a los jóvenes a orar, no mediante razonamiento o método, sino por medio de la oración que sale del corazón, la oración que sale del Espíritu de Dios, en vez del invento del hombre. Dirigirlos a orar en formas preelaboradas creará enormes obstáculos; al esforzaros en enseñarles el lenguaje refinado de la oración, los habréis descarriado. Y entonces, vosotros, niños, hablad a vuestro Padre celestial en vuestro lenguaje natural. Aunque sea simple para ti, no lo es para Él. Un padre se agrada más de que le hablen con amor y respeto, porque viene del corazón, en vez que con palabras elaboradas secas y estériles.” Avanzar hasta el final “¿No sería una cruel injusticia conducir a un hombre sediento a un fresco manantial, y después atarle para que no pudiera alcanzarlo, y verle cómo muere de sed? Sin embargo, esto es lo que nosotros hacemos a diario. Nuestro viaje hacia Dios tiene su comienzo, su progreso y su término. Cuanto más cerca llegamos del final del camino, más atrás queda el comienzo. Debemos dejar el comienzo para llegar al final. Avanzad, avanzad, avanzad para conocer a Dios.”


Madame Guyon (1648-1717), de nacionalidad francesa, sufrió persecusión a causa de su fe. Estuvo más de siete años encarcelada en la Bastilla. Sus libros han servido de inspiración a muchos cristianos en su búsqueda de una vida espiritual más plena. Los textos aquí incluidos son extractos de su libro Experi-mentando a Dios a través de la oración.

PREDICACIONES DEL MES DE FEBRERO 2009

Bendiciones para todos los hermanos y los visitantes de nuestra pagina.
Queremos compartir con ustedes algunas predicaciones del mes de Febrero, solo tiene que seleccionar la que desee escuchar y darle play.
Recuerde que puede hablar de nuestra pagina a su familiares, amigos y conocidos para que escuchen estos mensajes, quiera Dios bendecir a los necesitados.